viernes, 18 de abril de 2014

LUCHAS CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DEL AGUA EN LAS CIUDADES DE MÉXICO: EL CASO DE TUXTLA GUTIERREZ, CHIAPAS

“La cuestión de qué tipo de ciudad queremos no puede separarse del tipo de personas que queremos ser, el tipo de relaciones sociales que pretendemos y las relaciones con la naturaleza que apreciamos” (David Harvey, Ciudades Rebeldes, 2013)

El agua como lugar común Alexander Panez Pinto
Convengamos que la temática del agua está en boga en los informes internacionales, campañas públicas y en las conversaciones de sobre mesa de familias o amigos. Se ha vuelto políticamente correcto afirmar la importancia del agua y sus implicancias futuras (tales como crisis nacionales y/o guerras globales), gritándose a los cuatros vientos que es importante que cuidemos este “recurso”.
Pero cuando reflexionamos más allá del consenso bajo este discurso aprendido por buenas costumbres y emitido de forma repetitiva, apreciamos el carácter conflictivo en la apropiación del agua debido a las visiones e intereses antagónicos que están en juego en esta fase de la ofensiva capitalista. Debemos cuestionar el discurso de la escasez del agua y el intento de responsabilizar a los individuos por la crisis, ya que el problema central está en “cómo unos pocos se apropian de ella, cómo se contamina, cómo se altera el ciclo hidrológico y se acaba con los ecosistemas que retienen el agua” (Campero, 2011)

Si miramos nuestra región, en América Latina se están dando fuertes luchas por el agua en la última década, principalmente por su creciente mercantilización en lo que se ha denominado modelo extractivista en sus diferentes manifestaciones; producción de agua embotellada para consumo urbano, centrales hidroeléctricas, presas que benefician mayoritariamente a la agroindustria, utilización de agua para proyectos mineros y sus consecuencias contaminantes.
Privatización del agua en México
Dentro de América Latina, México ha sido una nación donde se han llevado a cabo grandes despojos de agua a las comunidades. De ahí que este país presente tristes cifras como, que el 94% de sus ríos o lagos están contaminados, que ocupa el segundo lugar en volumen total de agua embotellada consumida (sólo superado por Estados Unidos) y 575 grandes represas construidas que se estima que han desplazado a más de 167.000 personas (sólo por dar algunos ejemplos).
Una de las aristas de esta desposesión, tiene que ver con la privatización del servicio de agua potable y saneamiento, impulsada a principios de los años noventas con modificaciones a la Constitución Mexicana (Art.27) y a la “Ley de Agua Nacionales”. Aunque no es aún una realidad generalizada, gracias a estas adecuaciones normativas, en la actualidad es posible apreciar la presencia de grandes empresas transnacionales del agua tales como Suez (a través de Bal-Ondeo con Peñoles en Distrito Federal, Cancún y con Aguas de Barcelona en Saltillo) y Veolia (por medio de Proactiva con FCC y ICA en Distrito Federal y Aguascalientes) como administradoras del recurso en algunos centros urbanos (McCulligh, 2011).
En la actualidad, una de las ciudades donde se intenta ejecutar esta política es Tuxtla Gutiérrez, capital del Estado de Chiapas, ubicada dentro de la cuenca hidrológica del río Grijalva (río binacional Guatemala-México). En junio del año 2013, la Junta de Gobierno del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SMAPA) aprobó la iniciativa de decreto para la convocatoria a licitación pública para la celebración de un contrato de Asociación Público-Privada a un plazo de veinticinco años, consistente en la prestación de servicios de potabilización, producción, distribución, y comercialización de agua potable y servicio de alcantarillado.
Los motivos argumentados por el ayuntamiento dicen relación con la crisis financiera en la que se encontraría SMAPA. Según la autoridad, la deuda aproximada de 130 millones no ha permitido al SMAPA pagar a parte de sus proveedores, efectuar las mantenciones necesarias al sistema de distribución y la imposibilidad de instalar nuevas tomas dentro de la red.
Sin embargo, detrás de la declaración de quiebra y la iniciativa de privatización del SMAPA, se pretende ocultar la deficiente e irregular administración del sistema que tiene en precario estado el sistema de distribución (las fugas de agua potabilizada han subido al 65%) y no hace tratamiento adecuado de las aguas. Se presume que además de la administración deficiente, ha existido malversación de fondos y corrupción en la contratación de personal y de empresas consultoras que no cumplen con el perfil técnico requerido.
A medida que este intento privatizador del sistema de agua potable es conocido por parte de la ciudadanía, se comienza a conformar una resistencia organizada a través de la agrupación Chiapanec@s en Defensa del Agua, una red integrada por organizaciones comunitarias, estudiantiles, ONG’s e incluso la Pastoral Social de la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez.
Chiapanec@s en Defensa del Agua realizó actividades (tales como marchas, foros, recolección de firmas) donde se comenzó socializar la información sobre experiencias de otras ciudades mexicanas (Aguascalientes, Cancún, Saltillo) e incluso de otras ciudades latinoamericanas (como Cochabamba, Bolivia) para comprender con mayor complejidad las implicancias de una eventual privatización. De la información recabada de otras experiencias, se pudo constatar que los principales riesgos de la privatización son que estas empresas; a) promueven aumentos desproporcionados en las tarifas, b) no realizan las inversiones de infraestructura pactada, c) tienen problemas de eficiencia y calidad del agua, d) hay subsidios públicos o “rescates” a las empresas privadas y frecuentemente usan su poder económico para evitar sanciones de la autoridad.
Es interesante destacar que además de las movilizaciones realizadas en oposición a la privatización, el movimiento “Chiapanec@s en Defensa del Agua” trabajó en la elaboración de una propuesta construida desde la ciudadanía para fortalecer al organismo operador, donde se presentan medidas concretas y factibles a corto, mediano y largo plazo, presentando una alternativa para evitar la privatización de la gestión del agua potable.
Hasta el momento, la ciudadanía organizada ha logrado frenar la tentativa privatizadora impulsada en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, impactando la agenda política del gobierno del Estado de Chiapas, que es la entidad a la que le corresponde la última palabra. Esto nos da esperanza respecto a cómo la sociedad es capaz de organizarse, resistir y proponer alternativas, previo a que se concreticen las políticas privatizadoras a nivel local.
Implicancias para el derecho a la ciudad
Además de las consecuencias ya presentadas, hay un profundo trasfondo político en la resistencia a este tipo de iniciativas; “la privatización de las aguas es, en verdad, la aceptación de la privatización de un poder político. La iniciativa privada se transforma en detentador del poder político real, o sea del poder de decidir sobre la asignación y distribución del agua” (Petrella, 2003).
Esto está directamente vinculado con la reivindicación mayor por el Derecho a la Ciudad, ya que es justamente la búsqueda de ese poder político para la ciudadanía lo que se pretende bajo este principio. Como señala David Harvey “solo cuando se entienda que quienes construyen y mantienen la vida urbana tienen un derecho primordial a lo que ha producido, y que una de sus reivindicaciones es el derecho inalienable a adecuar la ciudad a sus deseos más íntimos, llegaremos a una política de lo urbano que tenga sentido” (2013 p.14).
El agua en su lugar
Pero necesitamos ir más allá del Derecho a la Ciudad. Cuando hablamos de la defensa del agua, no sólo estamos refiriéndonos a este derecho humano que se inserta dentro del ideario mayor del Derecho a la Ciudad, sino que apuntamos a la relación de la ciudad (y sus ciudadanos) con la naturaleza. Además de la resistencia a la gestión privada del agua y la defensa del derecho al agua, es importante visualizar la necesidad de una gestión que entienda al agua como generadora de vida en los ecosistemas, por lo que una gestión insustentable produce severos impactos en la cuenca donde se ubican los asentamientos humanos.
Una contribución en esta dirección sería abandonar nuestra concepción del agua como “recurso” natural a libre disposición para resolver nuestros problemas y deseos. En este sentido, en el mismo territorio de Chiapas hay una fuerte herencia maya que se mantiene viva por sus pueblos indígenas, los cuales tienen una relación radicalmente distinta con el agua. Para ellos, tiene una dimensión sagrada ya que es una deidad la que controla el ciclo del agua, y está directamente ligada a la tierra como deidad mayor de la cual surge y fluyen las aguas. De esta forma, como los propios pueblos indígenas se conciben como parte de la tierra, establecen una relación familiar y de respeto con el agua.
Aprendizajes para Chile
Toda la situación descrita anteriormente puede ser vista con desinterés e incluso con resignación en un país como Chile donde más del 90% del sistema de agua potable se encuentra privatizado, y dentro de este sistema una empresa transnacional, Suez Lyonnaise des Eaux, abastece aproximadamente al 40% de los habitantes de la nación (operando en la Región Metropolitana – Aguas Andinas y del Bio-Bio). Al parecer se resta importancia o se suele desconocer el entramado de relaciones de poder que están detrás del grifo por donde sale el agua consumida diariamente en las ciudades. En este sentido, la experiencia de Tuxtla Gutiérrez en México nos muestra la intensa oposición a la privatización del agua potable que se está llevando en otras ciudades de América Latina.
En la actualidad, podemos ver que Chile no está exento de los conflictos por el agua. A lo largo de todo el país, comunidades libran importantes luchas contra megaproyectos mineros (Caimanes, Pascua Lama, Río Loa, entre otros) y energéticos (Hidroaysén, Río Cuervo, Centrales Neltume y San Pedro en Panquipulli) o la usurpación de aguas por parte de políticos y grandes empresas agrícolas (Provincia de Petorca). Sin embargo, las principales disputas aún se están dando en territorios rurales. Falta que los ciudadanos y ciudadanas se involucren y tomen posición en la lucha por la apropiación del agua que está ocurriendo al interior de las propias ciudades por parte del capital en contra de la población y la naturaleza.
Material complementario
Propuesta Ciudadana de Chiapanec@s en Defensa del Agua para la mejora del Sistema de Agua Potable http://www.chiapasparalelo.com/wp-content/uploads/2014/02/PROPUESTA-PARA-LA-MEJORA-DE-SMAPA-15enero.pdf
Referencias Bibliográficas
CAMPERO, Claudia. Crisis, privatización y luchas del agua. En: COMDA, Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua. Las turbias aguas de la privatización en México. Junio 2011
CHIAPANEC@S EN DEFENSA DEL AGUA. Propuesta Ciudadana para la Mejora de SMAPA. Febrero 2014
HARVEY, David. Ciudades Rebeldes: Del derecho de la ciudad a la revolución urbana. Ediciones Akal, 2013
MCCULLIGH, Cindy. Un mal con muchas máscaras: las diversas caras de la privatización. En: COMDA, Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua. Las turbias aguas de la privatización en México. Junio 2011
PETRELLA, Ricardo. Entrevista concedida a Verena Glass de la Agencia Carta Mayor durante el Primer Foro Alternativo del Agua, Florencia, 24 de marzo.
Escrito por Alexander Panez Pinto, Trabajador Social y Magíster en Urbanismo.

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